Pintar las paredes y techos de una casa es algo que vemos imprescindible hacer de vez en cuando, ya no sólo para cambiar la personalidad de nuestro hogar, sino también para higienizar y tapar pequeñas gritas que aparecen con el tiempo.
Antes de comenzar a pintar es muy importante empapelar y cubrir todo bien, especialmente si se usa una máquina como la que hemos usado ya que, aunque si que es más rápido, al pulverizar es más fácil manchar lo de alrededor.
Nosotros en primer lugar, pintamos el techo de toda la casa, que aunque a priori no necesitase ninguna mano de pintura, ahora nos alegramos por la luminosidad que ha aportado a las habitaciones.
En cuanto a las paredes, hemos decidido dar colorido a una casa que anteriormente desprendía tristeza, suciedad y caos, pintando cada habitación de un color diferente. Esperemos que los futuros inquilinos se sientan agusto en un entorno azul, verde y anaranjado. Nosotros pensamos que esto dará vida, alegría y frescura.
Ajuntamos unas fotos, que aunque no son de ninguna calidad pueden ayudar para hacerse una idea de los tonos que hemos usado.Y no os asustéis por las lineas de diferentes tonos de color, es cosa de la pistola y al secarse la pintura, han desaparecido.
De todas formas prometemos poner mejores fotos en próximas entradas.